Domingos

Es normal
que en esos domingos tan ociosos
en donde me relajo,
en los que me depuro con una taza de café,
me entretengo con los quehaceres,
y respiro aire fresco;
me dé por escribir tonterías en el cielo
y me acuerde de las tantas veces
en que replicabas con tanta dulzura
que quizá yo estaba loco.

Y es normal, desde luego
que después de eso, estando solo me ría
terminando de aceptar así, tu dulce replica
de que en verdad si estaba loco.

Luego empapo de nuevo la taza con
cafeína,
y sacudo la cabeza como diciendo: “No,
de verdad que parezco loco”
Paso la hoja con dos sorbos,
escribo mas y mas tonterías,
procurando sacarle al hermoso silencio
unos cuantos versos de papel.

Es normal, también,
que después me detenga,
estire los huesos, la piel
y hasta el alma,
me truene los dedos
como sacándole mentiras,
me quede inmutable y sereno
por un momento
y sienta de manera muy leve,
en un instante fugaz,
tan distante del pasado,
presente y del futuro
el virgen olor de tu presencia
sacando la silla para sentarte
a mi lado,
para mirarme así distraído
ausente de la ausencia,
del mundo, de la distancia,
de  los posibles y los imposibles,
mirando mi locura, mi sonrisa gastada
y mirando que aun te miro.

Pero es normal,
que sin querer, luego,
el silencio desaparezca,
la silla vuelva a su sitio de origen,
yo ya no esté tan inmutable
y mi serenidad se espante;
me reviva en un suspiro
y sacuda la cabeza.

mientras que noto que ya no te miro,
y el Domingo termine siendo
otro día normal,
lleno de ociosos,
de tonterías y de locos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Utopías para merendar : La ciudad de los mutantes por Ana Black

¿Te pasará lo mismo? Me pregunto.

Aquella Noche...